Imagine que esta noche abre la nevera de casa y se topa con lo siguiente:
Un océano de sabores que saltan directos al puchero desde el fondo del mar. Una colección de frutas y verduras de la isla del buen tiempo. Una salsa dulce cocinada con recetarios llegados de cien lugares distintos.
Bueno, pues algo así es la cocina de Gran Canaria. Un compendio de sabores de 117 continentes. En una isla rebañada por la influencia de culturas y tradiciones. Un guiso cocinado con el buen tiempo de Gran Canaria y ligado todo por los productos del océano que la redondea.
Si viaja a Gran Canaria tiene que dedicarse un rato para conocer la llamada cocina de los momentos alegres, la cocina de la isla. Para ello debe seguir el camino que inician los enyesques (los aperitivos). Y luego, para cuidar el espíritu, un buen primer plato. Quizás un caldo de pescado. Quizás un potaje de berros.
Ya luego llegaría, por ejemplo, el tiempo de una estupenda “vieja sancochada”. Acompañada por supuesto con papas arrugadas. Y no deseche ni de broma la opción de la carne, excusa perfecta para contar con la compañía imprescindible de algún vino de la Denominación de Origen Gran Canaria.
Y como final de nuestra corta propuesta (venga y verá que tenemos más) le aconsejamos un postre con Bienmesabe, la dulce receta de almendra que viaja desde la cumbre a endulzar restaurantes de media isla.
En Gran Canaria verá que se iluminan las caras. Tanto como las terrazas con vistas al mar cuando llega la noche. Gracias a una gastronomía singular, muy rica, cambiante, con estupendos productos llegados puntuales del océano que nada a pie de mesa. Todo se prepara con mimo. Con varias cucharadas de cielo azul y sazonado todo con la mejor compañía posible para disfrutar de mil momentos alegres.
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