sábado, 25 de junio de 2011

Patrimonio arqueológico y monumental

Patrimonio arqueológico
Quizás ya lo ha oído. A lo mejor se lo hemos contado. Contamos a todo el mundo que Gran Canaria es una isla remezclada. Mezclada por la influencia de las 117 culturas que se detuvieron alguna vez a descansar aquí. En una isla que fue durante siglos la frontera con el espejo del mar que no se sabía si terminaba en alguna parte. El puerto donde fondearon 100.000 viajeros.
Por ese cruce de gente diversa, en Gran Canaria germinó una cultura peculiar, con retazos de mil lugares del globo.

Detalle de las pintaderas de la Cueva Pintada de Gáldar
Dos visitantes observan las pintaderas de la Cueva Pintada de Gáldar
Pero antes que esa mezcla se hilara, en Gran Canaria ya crecía una antigua cultura aborigen. De ellos mantenemos un valioso legado patrimonial, un pequeño tesoro arqueológico. Un rastro sólido de la vida de los primeros habitantes de la isla.
Gran Canaria está salpicada por interesantes yacimientos, algunos de gran espectacularidad, donde se conserva el patrimonio de las comunidades prehispánicas. Para descubrir todo este mundo antiguo hay todo un abanico de lugares, aunque no queremos dejar de recomendarle la visita al Museo Canario, en la capital y al Museo y Parque Arqueológico de la Cueva Pintada, en Gáldar. El Museo de la Cueva Pintada le permitirá conocer los restos de la antigua comunidad de Agáldar, abiertos y acondicionados al público tras más de 20 años de trabajos de excavación.
Patrimonio monumental
Pero el Patrimonio de la isla no se limita al período prehispánico. En cada pequeño pueblo, en cada pequeño pago, se asoma un rastro que suma generaciones y generaciones de isleños. Un pasado histórico que mezcla 5 siglos de historia europea, que hizo de prólogo a los viajes de Colón y a la expansión de España en el continente americano.

Vista exterior de la Basílica de Nuestra Señora del Pino (Teror)
Calles del casco histórico de Teror
Hay aromas de ese tiempo de viajeros en las calles estrechas del casco de Vegueta, un barrio nacido en el siglo XV, que hoy se retuerce hasta llegar a los pies de piedra de la Catedral de la capital. También se encuentra en las ermitas de los pueblos cumbreros. Y en las iglesias de los muchos pueblos que motean la isla. En todos estos lugares verá los estilos arquitectónicos más variados, los mismos que cruzaron los siglos en Europa y que en ocasiones aparecen cocinados bajo el sincretismo más variado.

Barrios históricos, arquitectura, iglesias, monumentos... todo esto se levantó en medio de una isla, en mitad de un lugar, que parecía enclavado en ninguna parte... Y aún está aquí. Viajando todo junto sobre la isla. Quizás le interese conocerlo.

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